Para los
fines que al interesado le convengan, se extiende el presente pronunciamiento:
Me declaro
culpable y confeso de haberme cansado de los amores de alquiler. De los ignorantes sueltos, de los Golpes de
Estado y sus dictadores. De las
noches de escándalo en la vía pública, de las represiones, de los besos de
despedida, de los dueños de la verdad.
De las
putas rogadas, de las pesadillas de alcoba, de los ladrones de esperanzas, de
los religiosos; sus dioses y sus infiernos. De las
promesas de Febrero y las mentiras de Marzo, de las vecinas cachondas y sus
novios tarados. De las cervezas calientes y los cigarros
mojados. En resumen me canse de la estupidez humana y de sus múltiples
manifestaciones.
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