Caben tus pestañas, mis cigarros y tus despedidas. Los hoteles en quiebra y los guantes del asesino.
Los besos de alquiler y las causas perdidas. Un glosario de caricias, un "te extraño" por piedad.
La verdad que se compra, los museos del después, los poemas de madrugada, la luna y los labios de otras bocas.
Las caricias fugaces, las promesas que se amotinan, las maquetas de encuentros. Los ojos de una niña espiandonos.
Las tardes de otros Eneros. Los silencios de años perdidos.
Las palabras que marchan a la muerte. El vacío de mis manos. El cantar de un afónico corazón abandonado.
En mi olvido cabe el mañana y el tal vez. El pronto y el hasta luego.
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