No me gustan las películas de acción,
ni los malabaristas en los semáforos,
no uso corbata,
ni pretendo escribir
una letanía de mis miedos;
por eso muero más.
No asisto a los cumpleaños,
ni me acuesto en los campos verdes,
no he escuchado como
las cigarras cantan su
monótona canción en primavera;
por eso muero más.
No he enterrado en un recuerdo la pasión,
ni voy a la playa en verano,
no he plantado tulipanes
en jardines robustos de melancolía;
por eso muero más.
No he escrito poemas
para que vengan a leerlos los académicos,
no siento marchitarse
las miradas en los encuentros,
ni cuento las colillas
de mi obeso cenicero;
por eso muero más.
No toco las puertas que me cierran,
ni sé como despedirme,
he luchado por causas pérdidas,
no reclamo al silencio más palabras,
ni exijo cuotas nuevas de cariño;
por eso muero más.
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