INFIERNO VIVIDO/PARAÍSO PERDIDO
(Cecilia A. Barahona)
Extraño esa mirada de niña,
esa sonrisa dulce que de amor vivía,
la inocencia de un alma pura.
Extraño la luz y la belleza
que hubo antes de vivir.
Extraño a esa niña
que creció en un mundo mágico,
lleno de aventuras inexplicables,
de bocetos perfectos,
de jardines de rosas sin espinas.
Y extrañaré todo lo que fui
antes de ser yo.
Pero, ¿Qué podría ganar?
el tiempo no se detendrá junto a la vida
a recordar el mundo perfecto en el que crecí.
¿De qué serviría hacer eterna a ésa niña?
Nada, solo me perdería
en la profundidad de las tinieblas,
con el deseo de beber el elixir de eterna juventud,
con los sueños truncados,
porque no podrían ser más que sueños.
¿De qué se servirá Dios al hacernos creer que todo en éste mundo es malo?
¿Será que Dios es Peter Pan,
el paraíso el país de nunca jamás,
y Wendy la Eva que quiso vivir?
¿Será que Dios se cansó de la sabiduría,
y pretende la perfección en un mundo ignorante?
Desearme niña otra vez,
es no aceptar haber crecido
de golpe y con rasguños,
es permitir que los sentidos
tengan temor a sentir.
No, no dudaré entre la sabiduría y el placer,
no pondré a prueba el alma errante,
no dejará el corazón de latir en cada paso,
prefiero el infierno vivido
al paraíso perdido.
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