Eres el instante antes de dormir, el sueño del que quisiera no despertar, la historia que nunca viví; la respuesta que siempre busqué. Eres esa llama del candelabro en oscuras noches de insomnio; eres el deseo antes de la guerra. Eres los días bañados de abril, el perfume de tu piel trae alivio cada vez que a mi lado pasas. Tus labios son el abismo más profundo, donde mi aliento quisiera descansar. Eres las palabras que se gastan cuando de frente te asomas a mi desolada vida, cuando eres misterio y rocío otoñal en la mañana. Eres la mujer que sin querer he conocido, esa que en el pretérito siempre imagine sin saber si quiera tu nombre. Eres los ojos después del amor, cuando el silencio se apodera de mi alma, cuando no eres más que un futuro inconcluso y un pecado que no me atreví a cometer.
"Un espacio donde juegan los seres que no lastiman"